Les ha pasado alguna vez que cuentan algo lindo que les ha pasado y ven la cara con aspecto de rabia de quien los mira mientras cuentas lo feliz que te sientes?..o cuando sabes que te ves bonita y ves la cara desfigurada de alguien al verte así de bien?..o peor aún cuando logras metas intelectuales y te hacen sentir que nada vale eso que has logrado?...esa es la peor de las envidias, pienso yo, pues el envidioso demuestra así su baja calidad humana y eso lo hace muy peligroso, no puedo decir que nunca he sentido envidia, pues sería mentira, pero es la envidia normal, esa que nace de tus limitaciones en aquellas cosas que deseas realizar y que no puedes por una u otra razón...mis envidias pasan por aquellos que logran viajar mucho y conocer el mundo, algo que sinceramente me gustaría hacer a mí siempre!...sin embargo me alegro con los logros de los demás, con sus avances financieros y sentimentales...claro está que eso pasa por tener , a Dios Gracias, una vida tranquila y feliz junto a un hombre maravilloso que me ama y unos hijos que me hacen muy feliz.....distinto sería tal vez si estuviera sola y triste...no lo sé...en todo caso creo firmemente que la envidia es la madre de los otros males de este mundo.....y te lo dice una que ha sido siempre muy envidiada....como me gustaría hacer desaparecer ese feo sentimiento de la faz de la tierra...según Wikipedia la Envidia se puede definir como a continuación dice:
El psicólogo Iñaki Piñuel describe la envidia que siente un acosador como un sentimiento de inferioridad, el cual opera en forma de culpabilidad, que el acosador siente por no poseer atributos que él estima ideales. Los defectos físicos, intelectuales o emocionales generan un sentimiento de inferioridad que la persona intenta compensar superando esas carencias mediante el desarrollo de un complejo de superioridad. El complejo de superioridad hace que el acosador viva en la ficción de la posesión de valores, atributos y cualidades que en realidad no posee, negándolos en los demás de manera defensiva. Cuando surge en su entorno una persona (la víctima) que sí posee en verdad tales características, ello supone para el acosador un verdadero choque con la realidad. Su reacción ante esa dolorosa realidad suele consistir en negar, eliminándola, la fuente de la disonancia, desarrollando el psicoterror contra la víctima. El objetivo es hacer desaparecer a la víctima del horizonte psicológico del acosador porque sus capacidades suponen para éste una destabilización psicológica.
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