
Existen momentos en que una mujer se pregunta muchas cosas y no hay respuestas que la satisfaga, entonces ella recurre a sus enseñanzas, a sus experiencias, a sus caídas, a sus anhelos y proyectos, busca y busca, pero no logra encontrar la clave para descifrar eso que siente que nadie comprende. Entonces , la mujer comienza a sentirse como bicho raro, se castiga pensando que ella debe estar equivocada y que seguro todo pasará y que aunque no encontró respuestas su alma volverá a estar en calma. Sin embargo el tiempo que pasa sólo aumenta el anhelo de encontrar respuestas.
Muchas veces querrá escapar y vivir aquello que siempre ha soñado, pero existen tantas amarras que jamás se atreverá a hacerlo. Es tan distinto para los hombres. Ellos van por la vida disfrutando, avasallando, saboreando, atropellando, sin pensar , sin culpabilizarse, sin el menor de los remordimientos, solo viven...tal vez eso nos hace falta a nosotras las mujeres, atrevernos es lo más difícil....las amarras no nos lo permiten....esa es nuestra naturaleza...aguantar..siempre aguantar
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